Lynyrd Skynyrd - 1973 - Pronounced Leh-nerd Skin-nerd

miércoles, 14 de octubre de 2009

Aprovecho que estoy a la escucha su segundo disco en un vinilo que me han regalado recientemente para recordar a los mejores Lynyrd Skynyrd. Nuestros trágicamente desaparecidos héroes de hoy no crearon el epíteto sureño que se aplica a esta trama rockera, pero sin duda alguna son sus grandes adalides y seguramente no existe un disco que mejor represente ese sonido que su disco de debut.

Un álbum acojonante en el que la mezcla de blues, garaje guitarrero y sonido americano destila fuerza y alma en todos y cada uno de los cortes. Es increíble como son capaces de sonar tan poderosos, rotundas y cortantes como en I Ain't The One o Gimme Three Steps o la parte final de Freebird y deliciosamente melódicos, dulces y románticos como en Tuesday's Gone, Simple Man o la propia Freebird. La presencia de las tres guitarras dieron a la banda la posibilidad de explayarse melódicamente y crear capas y capas de riffs, arpegios y quintas a saco, dando un poder y una calidez a las texturas de las canciones que hacen del sonido de los americanos algo único y que nadie ha sido capaz de repetir. Bueno, y no podemos dejar de alabar la poderosa voz de Van Zandt y su capacidad para escribir tanto letras cachondas de machote sureño, como temas románticos a más no poder o himnos a la libertad tan sinceras que ponen la piel de gallina.

Este disco contiene en su cierre el tema Freebird, una pieza que por sí sola merece toda una carrera musical y es uno de los cantos a la libertad y a la vida más rotundos y emocionantes que se hayan registrado nunca sonoramente, con uno de las secciones finales y solos de guitarra más frenéticos y alucinantes del rock clásico.

Lo bueno de estos tios es que eran tan auténticos y descarados que casi se puede respirar el olor de las válvulas ardiendo, la calidez de la música entrando en la sangre directamente por vena. Si a alguien le gusta el sonido de una guitarra y no mueve los pies escuchando a los Skynyrd es que está definitivamente muerto.

Gary Rossington, uno de los pocos supervivientes del trágico accidente que quitó a la banda del mapa, resucitó hace unos años a la banda, la cual sigue girando sin parar contando con el hermano de Ronnie Van Zant en las voces. Hace poco también fallecieron tristemente Bill Powell y Ean Evans, lo cual me hace acordarme que esta semana también ha fallecido Dickie Peterson, bajista y cantante de los míticos Blue Cheer (porca miseria me perdí ver su alargada sombra en el Azkena 2008). Que descansen todos en paz!

http://fonotecaimprescindible.blogspot.com/2009/06/pronounced-leh-nerd-skin-nerd-lynyrd.html

http://www.lynyrdskynyrd.com/

Salud!

1 comentarios:

Coyuntura Económica Quebradiza Dibbler dijo...

Me alegra leer tu comentario acerca de uno de los grupos imprescindibles del Rock..."Tuesday's Gone" es una de las mejores canciones para conducir en un viaje...