Hoy toca hablar de algo irremediablemente cotidiano. Bandas con infinitas virtudes, buenísimas canciones, alejadas de la comercialidad y la carrera de las listas de éxitos, multitud de reconocimientos por parte de la crítica más ilustre; pero con problemas para subsistir económicamente porque su círculo de admiradores (aunque duros) es muy reducido. Día clave. Entran en contacto con un productor que les hace variar un poco estilos, voces, enfoque y los hacen de oro. Consecuencias: gritos de fans cabreados por “venderse” y explosión de la banda en el mercado nacional de ‘hits’.
Eso parece que ocurrió con los Mclan post-Coliseum. Aunque no me importe que tengan su éxito y no por ello los vaya a demonizar, sí es cierto que hay matices entre los primeros Mclan y los actuales. Coliseum, el álbum grabado en 1997 en Toronto, es hoy por hoy una de las piezas de coleccionistas más importantes del rock en español. Influenciados seguramente por la reapertura del hueco de mercado para con el rock (muy del sur de Norte América) que hicieron los Black Crowes en esa década, es fácil detectar las similitudes entre sí. Un álbum que desde el inicio se sabe que va a conjugar los mejores esquemas del rock de toda la vida: baterías dando palos endiablados, letras ácidas, riffs que llegan a doler por su crudez, sonido de teclado melódico y gravitatorio y sobre todo la enorme voz de uno de los tipos más grandes, Carlos Tarque.
Temas de todo tipo, desde los espectaculares y apoteósicos: “Deja que lo muerda”, “Maxi ha vuelto”, “Algo más fuerte”, pasando por los nostálgicos: “Vuelve”, “Tarde”, “Nacional 120” y “Dónde está la revolución” (¡Salud Ruta N y Ricardo!) para acabar comprobando que desde los tejados todos los gatos son pardos. Me cuesta muchísimo no dejarme llevar por la emoción para convencer con la razón de la calidad de este álbum. Te gustará si te gusta el rock cantado en español y bandas internacionales como: Allman Bros, The Black Crowes, Gov’t Mule. En definitiva, el sonido del buen rock setentero americano. Este disco cerraba una época gloriosa de la banda junto con su primer álbum, Un buen momento (1995) y ha generado un sinfín de nuevos grupos a su vez influenciados en estos dos álbumes: Ron Vudú, 69Revoluciones, Sol Lagarto…
En el anecdotario, un hecho que cambió el transcurso de la banda. Hubo un accidente de tráfico en el transcurso de esta gira en el que resultaron heridos gravemente dos componentes: Iñigo Uribe (teclados) y Juan Antonio Otero ‘Oti’ (batería). Oti estuvo de baja sin saber si volvería a apretar las baquetas, aunque se recuperó unos meses después. Lo de Iñigo fue más grave y la banda decidió no esperarle para el siguiente disco (el que causó los gritos de los fans), “Usar y tirar”. Sólo mencionan un “agradecimiento especial”… Posteriormente, se pudo recuperar para la música de los madrileños 69 Revoluciones.
¡¡¡Sírvanos!!! ¡Whisky, cerveza será lo mejor! (y que le pongan un ron-cola a Migue xD)
www.m-clan.ws
MClan - 1997 - Coliseum
domingo, 30 de noviembre de 2008
Publicado por pasaba por aquí en 15:26
Etiquetas: 1990s, Mclan, Rock, Rock español, Southern Rock
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1 comentarios:
buen articulo colega, yo rambien te incluí en los enlaces del Antro
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